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Me resulta realmente curioso como hay gente (de por aquí) que está poniendo el grito en el cielo porque exista el término "fodechinchos" para describir un tipo de turismo perjudicial, arrogante, ignorante e insultante. No sé si porque responde al típico "not all men", si porque no son conscientes del tipo de actitud de ese perfil de turista o porque el turismo que experimentan en sus respectivas zonas es, por lo que sea, menos lesivo.

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En Galicia, en general, no tenemos mareas de turistas extranjeros inundando calles, barrios o locales de fiesta, quizás salvando el caso de ciudades como Compostela, o Vigo en Navidad o época de transatlánticos (que son los casos que conzco). Quien haya estado en grandes ciudades sabe a qué me refiero. Sí hay un turismo gastronómico, rural y natural, tanto de costa como de interior, en el que abunda el perfil del turista nacional, tanto de dentro de la propia comunidad como de otras.

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Hablamos de un incremento del 350% respecto al censo según el INE, mucho mayor que Madrid (170%) e igual a Andalucía en términos de turismo interior. Que viene gente, vaya. Y precisamente ese turismo genera problemas, al igual que en otras zonas: escasez de vivienda, masificación, deterioro del espacio público y roces con la gente que ya vivimos aquí.

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Problemas como sólo poder alquilar un piso en la ciudad o pueblo en el que trabajas hasta mayo, porque en verano se convierte en alquiler vacacional. O saber que habrá zonas de tu ciudad que será imposible pisar en determinadas épocas del año, como ocurre con el centro de Vigo cada Navidad. O ver cómo llegan mareas de autobuses que dejan a centenares de turistas que convierten esa playa tranquila en una pocilga.

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Y creedme, esas cosas no van en la supuesta nacionalidad del turista de turno, son endémicas.

Pero luego hay siempre un tipo de turista que añade a eso una falta de respeto absoluta: gente que cree que lo que hay aquí es suyo por derecho y se comporta de forma egoísta y condescendiente. Gente que aparca en las rampas del muelle como si no hubiera marea (y carteles), gente que infantiliza y ningunea (el típico "a ver, galleguiño"),

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gente irrespetuosa que clama al cielo al ver un cartel en un idioma cooficial o que ponen caras de mal gusto al descubrir que las playas tienen algas y el agua está fría. Y sí, suele corresponderse con el turista del interior peninsular, pero también son actitudes que vemos en gente de Galicia (lo del coche y el puerto he de decir que no, eso sí).

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Son gente como aquel grupo de personas de acento burgalés con las que compartí un tren Santiago-Vigo y que iban pegados a la ventanilla y poco más que gritando que para qué había casas con piscina, "si total aquí les llueve siempre". Gente irrespetuosa, en fin, que no tiene procedencia concreta, pero le espetan de mala manera al dependiente que les está atendiendo que " esto en Madrid no pasa" [sic].

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Pero también pasa con ese grupo de personas que planta una tienda de campaña en la playa de Samil pese a que está a rebosar de gente y apenas queda sitio, o la persona que se va a una casa turística en el rural y se queja de que las vacas hacen ruído y de que huele a estiércol.

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Es un perfil que quizás no abunde en otros lugares de España, o por lo menos no en los de la gente que clama al cielo porque señalemos que hay una parte del turismo nacional que se comporta así. Y digo una parte porque la otra la conformamos gente de fuera de España y de la propia Galicia, que la hay. Y todo ese mundo compartimos la característica común de ser un, una o une "fodechinchos".

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Y se seguirá usando esa palabra para describir las actitudes mencionadas más arriba sean de Madrid, Castilla, Francia o China, porque no va en el lugar, va en las formas.

Y ya para acabar, me parece puramente demagógico, retorcido e injusto tildarlo de xenofobia y racismo. A título personal, me hubiera gustado que se escuchase lo que tiene que decir la gente de aquí sobre un problema que vive en primera persona cada verano antes de opinar por opinar, pero quién soy yo.

Cualquier cosa, os leo

(Y añado)

Una de las conductas más perjudiciales y que por desgracia no para de aumentar es el marisqueo furtivo. Gente que va a la playa, rasca un poco en la arena y encuentra almejas, navajas... Y se cree que es como ir a recojer moras al monte. Se llevan el trabajo de las mariscadoras metido en los bolsillos del bañador, porque "mira qué bueno el marisco gallego". Y no son ni uno, ni dos (y sí, el masculino es intencionado).

Que hay que meter mano al alquiler vacacional? Sí. Que hay ciudades como Compostela que lo están intentando? También. Pero al final este tipo de turismo lleva existiendo desde mucho antes de la aparición de AirBnB, y seguirá. Porque responde a motivos socioculturales concretos y a dinámicas económicas concretas que no voy a abordar aquí porque no me daría el espacio

@ni_alen completamente de acuerdo en todo lo que dices, hay personas así, vivo en Asturias y también lo veo. Ahora bien, y para no perder la perspectiva, hay que reconocer que son la minoría. Y que imbéciles los hay en todos los lugares. Y que, de fiesta o de vacaciones, los seres humanos tendemos a comportarnos de forma irracional y caprichosa. Hay que hacer mucha pedagogía para enseñar a comportarse a las personas cuando son forasteras, y a tener paciencia cuando son «invadidas». Opino :)

@ni_alen no, pedagogía para que no se comporten/comportemos como energúmenos. A un adulto descerebrado difícilmente le vas a abrir los ojos, hace falta actuar antes. Y lo de los 4 gatos, eso nunca desaparecerá, siempre habrá energúmenos. Lo que decía era que las mayoría no son así (sólo hay que fijarse, esa mayoría silenciosa) y no perder la paciencia, porque en ese caso ellos ganan. Yo siempre interactúo con una sonrisa en la cara, aunque me esté cagando en sus muelas XD